martes, 9 de febrero de 2010

EL GANADO BOVINO CRIOLLO (CHINAMPO) DE BAJA CALIFORNIA SUR

Dr. José Luis Espinoza Villavicencio

Entre los bovinos introducidos por los Españoles a la península de Baja California, destacaban algunas variedades como la Castellana, Andaluza, Murciana, Berrendas, etc. las cuales han sido consideradas en su lugar de origen, como razas en serio peligro de extinción. Una vez establecidos en la península, estos animales quedaron expuestos al ambiente de la región durante muchas generaciones y la selección natural produjo un animal relativamente pequeño (Chinampo), extremadamente resistente, y con gran habilidad para sobrevivir a base de cactáceas.
Algunos informes (Martínez-Balboa, 1980) indican lo siguiente: los primeros bovinos (30 reses) fueron introducidos a la península de Baja California por los Jesuitas en 1697. En el año de 1772 un misionero Franciscano rindió un informe del número de animales con que contaban la mayoría de las misiones, reportándose un total de 1500 animales, sin embargo, no se contemplan la gran cantidad de vacunos silvestres que para entonces pudieron haber existido. Los Dominicos realizaron dos censos en 11 misiones de la Baja California, en 1782 y en 1800 reportando con base en ello 3552 y 3950 reses, respectivamente.
El aumento de las manadas silvestres y la importancia de la ganadería como base económica de Baja California Sur dio lugar a la publicación de un bando en 1838, mediante el cual el gobierno ordenó efectuar rodeos generales y el establecimiento de hatos controlados, entre otras cosas.
Los nuevos aportes de ganado de diferentes razas en la época contemporánea han venido cambiando la estructura colonial de la ganadería. Este cambio no debe de significar la extinción del ganado Chinampo, ni mucho menos su substitución por bovinos de otras razas. El medio ambiente solo permite la homeostasis del ganado Chinampo en el sistema de pastoreo nómada que tradicionalmente se sigue en la mayor parte del estado de Baja California Sur. Casi 300 años de aislamiento, de selección natural y de sobrevivencia lo han hecho extremadamente rústico y si bien poco productor en su ambiente natural es la materia prima para un programa genético que debe de buscar su preservación.

Localización y población del Ganado Chinampo

El estado de Baja California Sur está dividido en cinco municipios, al norte el municipio de Mulegé y hacia el sur de la península los municipios de Loreto, Comondú, La Paz y Los Cabos, respectivamente. En su totalidad, la entidad cuenta con una superficie de 7'367,700 hectáreas de las cuales solamente el 43% tienen potencial forrajero para la ganadería. Ese potencial está representado en mas del 90% por matorrales. El coeficiente de agostadero en promedio es de 40 hectáreas por unidad animal, sin embargo, la variación es muy amplia, registrándose valores mucho mayores al norte del estado e inferiores en la parte sur del mismo.

Características del ganado Chinampo

Evidentemente, el ganado predominante en Baja California Sur es el Chinampo y sus cruzas con razas especializadas en la producción de carne, principalmente el Brahman.
Como ya se mencionó, dentro de los primeros bovinos introducidos a la península durante la evangelización destacaron algunas variedades como la Castellana, la Andaluza, la Negra Avileña, etc. El programa nacional de rehabilitación del ganado criollo, de la S.A.R.H. que tuvo lugar hace algunos años, nos indica que las razas Españolas introducidas a México fueron principalmente dos: la Castellana de los llanos y la Negra Avileña.
A lo largo de los años, el ganado Chinampo ha estado expuesto a la selección natural principalmente, esto ha conducido a la formación de un animal relativamente pequeño. Los animales adultos alcanzan pesos promedio de 300 y 400 kg. (hembras y machos, respectivamente), con una altura aproximada a la cadera de 135 cm. No obstante, basados en la comunicación personal con algunos ganaderos se estima que muchos toros adultos cuando son introducidos a corral de engorda en la época de sequía alcanzan ganancias de peso hasta de 150 kg. en un período de 100 días.
Las vacas Chinampas generalmente presentan un perfil rectilíneo, su cabeza es corta; su cuerpo es poco profundo y anguloso; las orejas son cortas; las mucosas nasales normalmente son pigmentadas; los cuernos, tanto en los machos como en las hembras están bien desarrollados y son dirigidos hacia los lados, al frente y hacia arriba.
La coloración del pelo es muy variada y semejante en gran medida a los colores reportados para las diferentes variedades de bovinos Españoles que se señalan como sus ancestros. En Baja California Sur algunos de esos colores los reciben nombres como el barroso, capirote, azulejo, barzino, moro, hosco, colorado en diferentes tonalidades que van desde el claro hasta el obscuro, prieto, etc. y las combinaciones de algunos de ellos.
El peso de las crías al nacimiento es de unos 25 kg., lo cual implica que la frecuencia de partos distócicos sea muy baja. La mayor proporción de los partos generalmente ocurre entre los meses de mayo y septiembre, dependiendo de la temporada de lluvias en el año anterior. Los becerros son destetados de manera natural entre los 9 y 10 meses de edad con un peso aproximado de 130 kg.

Objetivos de producción, comercialización e importancia socioeconómica

El ganado Chinampo en Baja California Sur es utilizado para diferentes fines. Es explotado bajo un sistema de doble propósito, es decir, las vacas son ordeñadas a partir del mes de septiembre cuando las precipitaciones pluviales y la disponibilidad de forraje en el agostadero lo permiten. La ordeña se realiza con la cría al pie durante un período de 3 a 4 meses aproximadamente. La producción promedio estimada por vaca es de 3 a 4 litros de leche por día. La mayor parte de la leche es destinada para la fabricación de queso para consumo familiar y para su comercialización a intermediarios o en los centros de población más cercanos al rancho.
Las becerras son utilizadas para reemplazo y los machos comercializados de diferentes maneras, casi siempre a través de intermediarios. Algunos ganaderos venden los machos hasta que llegan a los 3 años de edad o más, sin haberlos castrado. Dichos animales son destinados por lo general a las engordas locales o bien introducidos directamente al rastro. Otros venden los machos poco después del destete a intermediarios provenientes de los estados de Sonora o Baja California. Dichos animales se pagan sobre la base del peso vivo, no obstante el intermediario los canaliza al mercado norteamericano con fines deportivos en donde evidentemente con cotizados bajo un criterio diferente.
En lo que a la importancia socioeconómica del ganado Chinampo se refiere, basta señalar que en algunas de las zonas ganaderas del estado de Baja California Sur, esta es la principal actividad económica y en ciertos lugares la única. En dichas áreas de la entidad con menores niveles de precipitación y mayor aridez, tal vez sería un error pensar en un desarrollo de la ganadería bajo los esquemas que tradicionalmente se aplican en los programas de apoyo gubernamental. Sería más factible establecer planes de desarrollo específicos, tendientes a la explotación sistemática del ganado Chinampo, con estrategias de comercialización que favorecieran al ganadero directamente.

Problemática y programas de apoyo a la producción de ganado Chinampo

La problemática alrededor del ganado Chinampo se puede definir desde diferentes puntos de vista: aquellos aspectos relacionados con la producción como son las bajas tasas de pariciones que se estiman de un 50% en promedio y que están sujetas estrictamente a la precipitación pluvial por la falta de programas de suplementación alimenticia. No se cuenta con programas de asistencia técnica o programas de apoyo para la producción de este tipo de ganado, que conduzcan planes de selección para algunas características económicamente importantes o que minimicen las consecuencias esperadas en poblaciones relativamente cerradas. No obstante los puntos anteriores, es posible que el principal problema que aqueja al sistema de producción antes señalado, se relaciona con la comercialización de los animales. Probablemente cuando al ganadero se le presenten mejores alternativas en este punto, se verá motivado y resolverá en gran medida los problemas técnicos.

Literatura Citada

De Alba, J. 1978. Progress in the selection of the Latin America Criollo. World Anim. Rev. FAO. 28:26-30.
Martínez-Balboa, A. 1980. La Ganadería en Baja California Sur. Vol. 1. Ed. J. B. La Paz, B.C.S.
Rodríguez, A. y R. Martínez, R. 1992. Bovino Criollo argentino Patagónico. Boletín sobre información de recursos genéticos. FAO. pp 27-31.

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